En este caso, como en la mayoría no hay armonía entre los tres sistemas. De allí que los individuos tengan dificultades para tomar ciertas decisiones.
La armonía, o su contrario, el divorcio, entre la moral y la norma social, por un lado, y la ley, por otro, se encuentra en el núcleo central de la conceptualización de cultura ciudadana. No es de esperarse que en una sociedad moderna compleja exista total armonía entre los tres sistemas reguladores principales del comportamiento de las personas.
La armonía entre ley, moral y norma social se restringe a una sola faceta: “reducir la aprobación moral o cultural de la ilegalidad y aumentar la aprobación moral y social del cumplimiento de las obligaciones legales”. Puesto de otro modo, hacer que la sociedad y los individuos -en su intimidad moral- reprueben la ilegalidad y aprueben la legalidad, y que igualmente rechacen toda justificación de las infracciones de las normas formales o informales.
Lea con detenimiento la información de los diferentes sistemas e inténtelo nuevamente.
Es necesario que seleccione una opción primero.