La cultura de la legalidad comprende las actitudes, los sentimientos y los conocimientos de las personas frente a las leyes y las normas formales y su disposición a contribuir a la creación o modificación de aquellas.
Abraza también el grado de armonía entre la ley, la moral y la norma social en una sociedad, y la facilidad o dificultad que encuentran las personas para actuar conforme a la ley, el grado en que encuentran coincidencia entre aquella y su conciencia, y aquella y las normas sociales.
Así mismo, forma parte de la cultura de la legalidad aquello que las personas consideran como el principal sistema que regula sus comportamientos (la ley, la moral o la norma social), y el que consideran como el principal sistema que regula el comportamiento de los demás, la percepción de las personas en cuanto a cuál es el principal agente regulador en su sociedad o grupo social (las autoridades, otros ciudadanos) y las justificaciones para infringir la ley o usar la violencia.